Por Miguel Gutiérrez R. / @M_GutierrezR
6 de noviembre de 2017
En 2009, la petrolera Petro-Tech fue vendida a la colombiana Ecopetrol y la coreana KNOC por US$ 900 millones, en medio del escándalo de los “Petroaudios”, un caso de espionaje industrial y corrupción en Perú que provocó la salida del entonces gabinete ministerial del presidente Alan García. La operación de venta realizada en Delaware fue asesorada por Appleby, una firma proveedora de sociedades 'cascarón', que le permitió a Petro-Tech dejar de pagar 270 millones de dólares en impuestos en Perú. Convoca cuenta episodios desconocidos de esta transacción millonaria luego de bucear en 13.4 millones de registros confidenciales de la investigación global Paradise Papers liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
Las 82 plataformas marítimas que los pobladores y los corredores de tabla hawaina avistan desde la playa de Cabo Blanco y Zorritos, en la región Piura, y que ya forman parte de la imagen tradicional de la costa norte de Perú, estuvieron bajo el control de una petrolera perteneciente a un millonario estadounidense: Petro-Tech, de William Kallop.
La empresa explotaba desde 1994 el petróleo del lote Z-2B, ubicado en las profundidades del mar de Talara, a través de estas plataformas por las que el Estado peruano cobraba 10 millones de dólares cada año. Mientras el valor del barril de petróleo subió de 13 dólares a más de 100 dólares, el precio del alquiler de las plataformas se mantuvo congelado. La compañía del magnate Kallop registró un ascenso meteórico al punto que después obtuvo la concesión de otros 10 lotes petroleros en Perú.
Sin embargo, en 2009, Kallop decidió vender su rentable empresa por 900 millones de dólares al consorcio de la estatal Ecopetrol (Empresa Colombiana de Petróleos) y KNOC (Compañía Nacional de Petróleo de Corea), les traspasó la concesión de 11 lotes petroleros y las plataformas marinas.
Magnate William Kallop Moore, creó offshore en Delaware desde la cual vendió las acciones de Petro-Tech en febrero 2009, tal como coordinaron Ecopetrol y Appleby. (Foto: Ellos y Ellas)
Antes de que Kallop vendiera la petrolera, la tercera más rentable en el país, creó una compañía offshore o sociedad de papel en Delaware, Estados Unidos (EE.UU.), para ahorrarse 270 millones de dólares en impuestos, según el análisis de la comisión investigadora creada en el Congreso en 2009 para investigar la legalidad de la transacción de las acciones de Petro-Tech.
La venta de la petrolera del empresario Kallop a Ecopetrol y la coreana KNOC se dio en medio del escándalo de espionaje telefónico ‘Petroaudios’ que reveló que directivos de la estatal peruana Petro-Perú aparecían en una supuesta adjudicación arreglada de lotes petroleros durante el gobierno del entonces presidente Alan García. Petro-Tech fue señalada por los funcionarios involucrados y por el propio presidente peruano, como la empresa que estaba detrás del denominado “chuponeo”, entre otras razones debido a que Petro-Perú le cobró una deuda de 38 millones de dólares.
Hoy, Convoca.pe pone al descubierto los detalles de esta operación que aparecen entre los 13.4 millones de registros confidenciales a los que accedió nuestro equipo como parte de la investigación global Paradise Papers.
La venta amarilla
El informe final del grupo de trabajo parlamentario, dirigido por entonces legislador aprista Jhony Peralta, consignó en 2009 entre sus conclusiones, que en la operación de venta de Petro-Tech se había cometido elusión fiscal, “al usar figuras jurídicas” con el objetivo de reducir el monto tributario de la transacción, de forma indebida.
“Ha incurrido en alguna modalidad de simulación (...) o por el abuso de una secuencia de sociedades instrumentales para ocultar el verdadero sujeto que sería gravado con el pago de impuestos”, de acuerdo con la comisión investigadora.
Informe final de congresista Jhony Peralta advirtió que en compra de Petro-Tech se creó sociedades para ocultar el verdadero sujeto que debía ser gravado con los impuestos.
Parte de este uso excesivo de "sociedades instrumentales" fue aconsejado por los ejecutivos de Appleby, de Bermudas, tal como se desprende del intercambio de algunos correos electrónicos entre funcionarios de Ecopetrol y este estudio de abogados constituido en Bermudas desde 2008.
Estas comunicaciones confirman que una de las motivaciones detrás del diseño del plan de internacionalización de Ecopetrol fueron los efectos tributarios que permitieron a la petrolera decidir la ubicación de sus filiales y la offshore de los dueños de Petro-Tech. En una entrevista con el medio digital Connectas, los representantes de la petrolera Ecopetrol insistieron en que “su propósito es lograr optimizaciones en la administración del negocio y cualquier beneficio tributario siempre queda en la misma compañía”.
Desde 2007, la empresa estatal colombiana inició una etapa de expansión que solo paró con la caída del precio del petróleo en 2014. Las operaciones de Ecopetrol en esa época incluyeron desde la compra del 51% de Reficar (Refinería de Cartagena, en Colombia), la compra de acciones en Bioenergy, empresa que produce etanol carburante, hasta la inversión millonaria en Petro-Tech. En este lanzamiento internacional, una compañía ubicada en Bermudas poco conocida por los colombianos estuvo detrás de estas compras: Andean Chemicals Ltd.
Ecopetrol compró Andean Chemicals cuando adquirió a Propilco, empresa productora de propileno. Con el pago de 635 mil dólares, la compra de Andean Chemicals se concretó en abril de 2008. Mensajes de Ecopetrol de 2008 que aparecen en Paradise Papers, evidencian que una de las motivaciones para decidir la ubicación de filiales como Andean Chemicals fue la "eficiencia tributaria" ofrecida por los destinos offshore .
“Apreciada Tammy, Ecopetrol S.A. está interesada en efectuar la compra de la totalidad o de un porcentaje de una o varias compañías con operaciones internacionales, cuyo domicilio podría ser el Estado de Delaware en los Estados Unidos de América. Para dicha operación ha identificado por razones estratégicas y económicas que la manera más eficiente puede ser que la inversión para la compra de dichas compañías se haga desde una de sus filiales domiciliadas fuera de Colombia y no desde Ecopetrol S.A. directamente. Luz Velez”.
Correo enviado enviado por Luz Suárez Vélez de Ecopetrol a Tammy Richardson de Appleby el 6 de agosto del 2008.
Menos impuestos
El 24 de junio de 2008, un correo electrónico de Alejandro Pinzón, en ese entonces el Coordinador de Inversiones Permanente de la colombiana Ecopetrol, llegó al buzón del mexicano Eduardo Fox, el único ejecutivo de origen hispano en la sede de Appleby en Bermudas. El colombiano solicitó sus servicios especializados para capitalizar de la manera más conveniente y rápida a su filial offshore .
“Eduardo (Fox), estamos interesados en conocer cuáles son los trámites necesarios para realizar una capitalización de Andean Chemicals y cuál sería el tiempo que esto requeriría para poder hacerlo en el menor tiempo posible…”, escribió Pinzón.
Un mes después, en julio, Ecopetrol desembolsó 30 millones de dólares a Andean Chemicals, en una transacción que pasó inadvertida en Colombia.
En un correo del 6 agosto de 2008, de Luz Suárez Vélez, de la Unidad de Gestión de Filiales de la empresa colombiana, dirigido a Tammy Richardson de Appleby, pidió comparar los “efectos tributarios de las operaciones en Bermudas en relación con España y Colombia” para decidir desde dónde llevar a cabo múltiples inversiones. Ecopetrol necesitaba saber si lo mejor era invertir desde Andean Chemicals en Bermudas o crear una sociedad en España para este fin.
En el mismo correo, Luz Suárez señaló a Tammy Richardson que varias compras de las compañías se podrían hacer desde Delaware ya que “por razones estratégicas y económicas (...) la manera más eficiente puede ser que la inversión para la compra de dichas compañías se haga desde una de sus filiales domiciliadas fuera de Colombia y no desde Ecopetrol S.A. directamente”.
Esta estrategia, al menos por parte de los vendedores, fue seguida al pie de la letra. El 8 de noviembre de 2008, tres meses después de esa comunicación con Appleby —y solo un mes después del escándalo de los "Petroaudios" en el gobierno de Alan García—, William Kallop, dueño de Petro-Tech, creó offshore Exploration & Production, una empresa de papel en Delaware, un paraíso fiscal en territorio norteamericano. En febrero de 2009, Kallop decidió emplear esta nueva offshore para vender Petro-Tech y todos sus activos en el Perú, y no desde la offshore International Group, la matriz del grupo.
En el informe final de la mencionada comisión investigadora del Congreso se apuntó que esta última operación de Kallop, quien seguía siendo cuestionado por el no pago de impuestos, fue “segregar deliberadamente sus operaciones en Estados Unidos con el propósito de transferir al grupo colombo-coreano, únicamente las operaciones del offshore International Group Inc, compuesto por Petro-Tech International Inc y Petro-Tech Peruana S.A.".
"En noviembre de 2008, tres meses después de esa comunicación con Appleby —y solo un mes después del escándalo de los "Petroaudios" en el gobierno García—, William Kallop, creó offshore Exploration & Production, una empresa de papel en Delaware, un paraíso fiscal en territorio norteamericano".
Alan García, ya bastante afectado por la difusión de los "Petroaudios", acusó a los directivos de Petro-Tech, de haber realizado un traspaso ilegal de acciones sin comunicarlo al Estado peruano. Kallop y los nuevos dueños de Petro-Tech sabían que la operación había resultado finalmente exitosa, y tal como los colombianos habían pedido a Appleby desde un inicio: “la mejor forma desde el punto de vista económico y transaccional”.
"Rómulo, están contentos ellos...hemos hecho un faenón compadre"
Alberto Quimper
Procesado por el caso 'petroaudios'
Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que se deterioraran las relaciones entre ambas compañías. Desde 2013, la colombiana Ecopetrol y su socia coreana KNOC, buscan en las cortes estadounidenses que William Kallop y su empresa offshore Exploration & Production, creada a sugerencia de Appleby, reembolse los 75 millones de dólares que tuvo que pagar Savia Perú S.A. (antes Petro-Tech Peruana) al Estado peruano por impuestos pendientes.
El consorcio ha pedido que ese dinero salga de los bolsillos de la offshore de William Kallop y no del fideicomiso creado en caso el gobierno peruano pretenda cobrar los pagos pendientes.
A raíz de la cuestionada transferencia indirecta de las acciones de Petro-Tech Peruana S.A. al consorcio colombo-coreano en 2009, Perú creó una serie de normas antielusivas destinadas a gravar con el impuesto a la renta las operaciones que involucraron a empresas establecidas y con actividades en el país. Pero hoy el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski mantiene congelado la implementación de la Norma XVI, clave para frenar la elusión fiscal.
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